Australia ha sufrido una de las mayores filtraciones de su historia. Unos papeles del Gobierno que revelan el funcionamiento interno del Ejecutivo en materias que afectan directamente a la vida de los australianos, como la seguridad y la salud, fueron hallados en una tienda de segunda mano en Camberra, la capital australiana. Tras el hallazgo, el Gobierno australiano ordenó ayer una “investigación urgente” para saber por qué esos documentos terminaron en esta tienda de objetos de segunda mano. El caso ha sido bautizado como el “Expediente de los Archivadores”.
Una persona entró hace unos meses a una tienda de muebles usados y adquirió por un precio económico dos pesados archivadores cerrados con candado, de los que nadie tenía las llaves. Nunca hubiera imaginado lo que encontraría en los archivadores de esta tienda de antiguos cacharros, a la que cualquier ciudadano tiene acceso. En ellos había cientos de documentos secretos y clasificados. Después de unos meses, el comprador —que no ha sido identificado— envió los documentos a la cadena local ABC.
El secretario del Departamento del primer Ministro y del Gabinete, Martin Parkinson, ha ordenado la investigación de una de las mayores brechas de seguridad en la historia de Australia. Algunos de estos documentos no debían ser publicados hasta 20 años después de su producción y eran clasificados como “altamente secretos”, otros llevaban la etiqueta “AUSTEO” (solo podían ser vistos por ciudadanos australianos). De acuerdo con uno de los expedientes hallados entre los papeles recuperados, la Policía Federal australiana perdió 400 archivos de seguridad entre 2008 y 2013. Aún se desconoce el paradero de la mayoría de los papeles.
Los documentos e informes desvelan el funcionamiento interno de cinco Gobiernos australianos durante los últimos 10 años en cuanto a medidas de seguridad nacional, inmigración, salud comunicaciones o polémicas propuestas de discriminación racial. Entre estos papeles también se encuentran documentos sensibles como el plan de un exministro de inmigración de retrasar los controles de seguridad sobre los inmigrantes para que se les pasara el plazo de solicitud de residencia en Australia, o el plan del ex primer ministro Tony Abott para prohibir a todos los menores de 30 años el acceso a pagos de asistencia social.
También figura un informe del Comité de Seguridad Nacional del ex primer ministro John Howard en el que se planteaba eliminar el derecho de todo ciudadano a permanecer en silencio si es interrogado por la policía u otro informe que asegura que el ex primer ministro Kevin Rudd fue advertido de los “riesgos críticos” del programa de aislamiento eléctrico de su Gobierno antes de la muerte de cuatro jóvenes instaladores en 2010. Rudd ha reclamado a la cadena pública el documento donde consta esta información.
Fuente: El País